¿Hay apoyo empírico de la intervención telepsicológica?
Los ensayos controlados realizados hasta la fecha han demostrado, de manera consistente, que las intervenciones psicológicas online generan cambios significativos en el comportamiento en comparación con los grupos de control, lo que confirma la eficacia de la terapia psicológica a través de internet. Además, los estudios de metaanálisis refuerzan esta conclusión, al mostrar que la eficacia de la intervención telepsicológica es comparable a la de la terapia presencial. No se han encontrado diferencias significativas entre la terapia presencial y la online por videoconferencia en cuanto a la calidad de vida percibida, la satisfacción, y la credibilidad del tratamiento.
Estos hallazgos resaltan, una vez más, la importancia de considerar la terapia online, especialmente cuando surgen dificultades para acceder a la terapia presencial o, sencillamente, por la comodidad que esta intervención ofrece.
Protocolo
En pacientes niños o adolescentes, el proceso comienza con una primera sesión dirigida a los padres. En esta reunión, se recopilará toda la información relevante, con el fin de profundizar en el motivo de la consulta y establecer objetivos consensuados entre ambas partes. Comprender de manera completa el contexto y los antecedentes que puedan estar influyendo en la problemática es fundamental para un proceso terapéutico efectivo.
Durante la primera sesión con el paciente, se llevará a cabo una exploración detallada en función de la demanda presentada, así como de las dificultades o problemas identificados. Posteriormente, se proporcionará tanto a los padres como al paciente una explicación detallada y comprensible de los hallazgos obtenidos, se identificarán las dificultades detectadas y se propondrá un plan de intervención adaptado a las necesidades específicas del niño o adolescente.
Se hace énfasis en seguir la misma línea de actuación. Por este motivo, se propone realizar sesiones mensuales con la familia para evaluar el progreso de la intervención y considerar posibles ajustes. Alternativamente, si la familia lo prefiere, se pueden destinar los últimos diez minutos de cada sesión a ofrecer retroalimentación directa. Además, se ofrecerán sesiones de orientación y pautas a los padres, con el objetivo de facilitar la aplicación de los aprendizajes adquiridos en la mayor cantidad de contextos posibles. La importancia del trabajo coordinado con la familia se sustenta en asegurar que los avances alcanzados en un entorno específico, como la consulta, puedan generalizarse en el máximo de entorno posibles.
Siguiendo en esta línea, se establecerá una comunicación directa con la escuela del niño o adolescente para compartir las dificultades detectadas, garantizando una coordinación efectiva entre todos los profesionales involucrados. Finalmente, la intervención directa con el niño o adolescente se centrará en abordar las áreas de necesidad previamente identificadas, al tiempo que se trabajará en potenciar aquellas áreas que se encuentran aparentemente preservadas.
En pacientes adultos, se realizará una primera sesión con el adulto para recopilar toda la información relevante, indagando en el motivo de consulta y estableciendo objetivos consensuados entre ambas partes. Obtener una comprensión completa del contexto y los antecedentes que puedan estar influyendo en la problemática presentada es imprescindible para un intervención eficaz. Durante esta sesión inicial, también se proporcionará al paciente una explicación clara y detallada de los hallazgos obtenidos y de las dificultades identificadas. A partir de ello, se propondrá un plan de intervención personalizado que responderá a las necesidades específicas del adulto.
En aquellos casos en que se considere conveniente y exista consenso, se podrá organizar una sesión con los padres para contrastar la información proporcionada por el paciente y asegurar que se mantenga una coherencia en el enfoque terapéutico. Además, si es necesario, se realizará un seguimiento con los padres para continuar mantener la coherencia en el proceso de intervención. Sin embargo, en el caso de pacientes adultos mayores, en la mayoría de los casos no será necesaria la intervención de los padres.