Las habilidades sociales son vitales para sentirnos bien en nuestro día a día, pero también pueden ser una de las principales causas de estrés. Las personas que no poseen estas habilidades sociales son más vulnerables a experimentar alteraciones psicológicas, como la ansiedad o la depresión. La ausencia de habilidades sociales suele llevar a sentir emociones negativas con mayor frecuencia, como la frustración o la ira, y a percibir rechazo, infravaloración o falta de atención por parte de los demás. En contraste, desarrollar habilidades sociales contribuye de manera significativa a mejorar nuestro bienestar emocional. Nos permite sentirnos bien, alcanzar nuestras metas y mantener relaciones satisfactorias con quienes nos rodean, las cuales tienen un impacto directo y positivo en nuestra autoestima.